David es llamado dos veces en la Biblia un hombre conforme al corazón del Señor [Yahvé]. La quizá más conocida está en Hch 13:22, que es una cita directa del libro 1 Samuel. La ocasión más importante que se tratará aquí es en el momento inoportuno para Saúl. Aquí es cuando Dios determina no dejar que sus hijos le sucedan como reyes a Saúl. Este pasaje se encuentra en 1 Sam 13:14:
Pero ahora tu reino no perdurará. El Señor ha buscado para sí un hombre conforme a su corazón, y el Señor le ha designado como príncipe sobre su pueblo porque tú no guardaste lo que el Señor te ordenó.
1 Samuel 13:14
El texto no explica en este momento quién es el elegido. Pero ya en el 1 Sam 16:13 el lector es absuelto del enigma y el autor explica que David es este príncipe designado por Dios.
1 ¿Qué significa «coforme al corazón de Yahvé»?
Durante mucho tiempo se ha entendido bajo esta frase que el carácter de David determinó que fuese llamado hombre conforme al corazón de Dios. Esta fue la manera más natural y normal de los padres de la iglesia de entender esta frase. Pero hoy en día se posee muchos manuscritos que pueden ayudar a entender mejor el idioma. El hallazgo de los rollos del Mar Muerto, en 1947, brinde acceso a textos desde antes de Jesús. Los padres de la iglesia probablemente no los han conocido. Además de esto, se ha podido avanzar mucho en el conocimiento sobre otros lenguas semíticas (del antiguo oriente próximo).
Una simple elección de Dios
En los los años 1980, ya teniendo muchas formas de poder traducir y entender mejor el hebreo clásico de la Biblia, la manera de entender 1 Sam 13:14 cambió. Kyle McCarter había sugerido que se trata de un simple modismo hebreo que quiere decir «según la elección de Yahvé».[1] Su argumento más importante fue que la frase no dice nada acerca del corazón de David. Solo da información sobre el corazón de Dios, o sea que Dios lo quiso así.
Esta manera de interpretar la frase «conforme al corazón de Yahvé» ( כִּלְבָבוֹ = kilbabo), ha llevado a muchos a reconsiderar el simple seguir el entendimiento tradicional que tenga que ver con el carácter moral de David. Esta conclusión de McCarter fue en base de una larga argumentación de la sintaxis hebrea en frases preposicionales (כְּ). Pocos eruditos se han atrevido a proponer otra opción de entender esta frase, que sea una simple selección de Yahvé y no tenga necesariamente que ver con el corazón de David.
El corazón y carácter de David
En el 2012 (32 años más tarde), Benjamin Johnson argumentó que el corazón de las diferentes personas a lo largo de los libros de Samuel y de Reyes, son muy importantes y no puede ser un simple modismo de elección arbitraria.[2] Él concluye que como en otros pasajes (1 Sam 2:35; 10:9; 16:7) aquí también tiene que ver con alguna cualidad de carácter de David. Pero el enigma sigue siendo ¿qué cualidad? Después de tres descripciones de David como astuto político casi maquiavélico, mujeriego y sanguinario, cuesta entender por qué David es llamado un hombre conforme al corazón de Dios. Las respuestas que son sacadas de la tradición de los Salmos, no bastan (ej. su arrepentimiento, su sinceridad, su amor por el SEÑOR, su cercana relación con Dios, etc.), ya que en 1-2 Samuel, esto no necesariamente parece ser así.
El arrepentimiento es una respuesta apoyada por los Salmos. Pero son solamente 5 Salmos que son completamente sobre una actitud penitenciaria o de arrepentimiento (Salmo 7; 34; 38; 51; 69) de los 74 atribuidos a David. En especial queda el Salmo 51 que indica que fue escrito «cuando después que se llegó a Betsabé, el profeta Natán lo visitó» (Sal 51). Pero es interesante que es el único momento que 1-2 Samuel indica al lector que David se arrepintió. Es más, «cuando pasó el luto, David mandó traerla [a Betsabé] a su casa, y ella fue su mujer; y le dio a luz un hijo» (2 Sam 11:27).
2. El corazón de David le ayuda a un buen manejo de la guerra del Señor (jerem)
Quisiera proponer una nueva perspectiva a esta cuestión poco cuestionada. Creo que los dos, McCarter y Johnson son correctos en sus observaciones. 1) La frase en sí no dice nada sobre el carácter de David, sino algo sobre Dios. 2) Sin embargo, la elección viene por una acción negativa de Saúl y una esperanza positiva en el elegido por Dios. Mi propuesta es que el error de Saúl está en el manejo de la guerra del Señor y David lo enfrenta bien. Esto es muchas veces denominado «jerem» traducido como «destrucción total», o también entendido como la «guerra santa» de Dios, por ejemplo por Von Rad.[3] Tiene que ver con el mandamiento de parte de Dios de combatir a otros pueblo y matarlos.
El problema con Saúl
Johnson ha visto correctamente que David es «conforme al corazón de Dios», justo en contraste con Saúl que no lo es. Es el Espíritu del Señor que le activa a Saúl con enojo para luchar contra los enemigos (1 Sam 11:6). Las victorias militares de Saúl no son pocas: vence a los moabitas, amonitas, edomitas, reyes de Zoba, filiesteos y amalequitas (1 Sam 14:47-48). Sin embargo, Saúl es echado de su cargo de monarca por Dios, por su mala praxis en la «guerra divina»: el sacrificio antes de la guerra (1 Sam 13:10-11), y no respetar el botín del Señor (1 Sam 15:9).
Pero Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas, de los bueyes, de los animales engordados, de los corderos y de todo lo bueno, y no lo quisieron herem (destruir por completo); pero todo lo despreciable y sin valor lo herem (destruir por completo).
1 Samuel 15:9
Julio Trebolle Barrera lo resume muy bien lo que es la «destrucción por completo». Él define a la aplicación del jerem un exterminio ritual del botín.[4]
3. Saúl vs. David en las guerras jerem
Estas dos son las ocasiones en las que Saúl es recriminado por Samuel y desechado por Dios como Rey (1 Sam 15:18-19, 26). Saúl ha tenido una vida sexualmente más pura que David y ni quiso el poder de un monarca. Sí mandó matar a toda una ciudad de sacerdotes, e intentó matarle a David, aunque no lo hizo. Y estos no fueron las acciones que le sacaron de la bendición de Dios, sino el mal manejo de la guerra de Dios. Una de las reglas de la guerra herem era consultar a Dios antes de combatir. Esto se hacía con un sacrificio como Samuel debía hacer, pero Saúl lo hizo. En este caso no se consultó a Dios en una manera legítima. Saúl, finalmente no puede consultar más al Señor sobre la guerra y acaba tratando de ganar su última batalla consultando a una espiritista.
David por su parte ha cuidado mucho más estas reglas. Lo principal era la prohibición de la matanza del «ungido de Dios». El botín debía quedar enteramente para Dios y no podía ser utilizado por otros. Por lo tanto si se tratase de objetos, eran o quemados o mantenidos en el santuario de Dios. Pero si se tratase de personas, la solución era matarlas, para que no existiese otro uso como esclavitud u otra ocupación.
La pureza sexual
Además de consultar a Dios antes de la guerra, que ya se trató más arriba, otro detalle era la pureza sexual de los soldados. David le insta a Urías a dormir con su esposa, durante la guerra (2 Sam 11:8, 13). Urías no se abstiene por ser un buen compañero, sino porque «el arca, Israel y Judá» están acampando en guerra (2 Sam 11:11). Esto mismo le pregunta el sacerdote Ahimelec y David responde que
Como siempre que salimos a campaña, hemos estado alejados de las mujeres. Y aunque éste es un viaje ordinario, ya mis hombres estaban limpios cuando salimos, así que con más razón lo han de estar ahora.
1 Samuel 21:5 DHH
El detalle de que fue «un viaje ordinario» explica que había otros que no lo eran. Y esto era parte de la regla de la guerra jerem. David tomó en serio estas, mientras que Saúl no.
Conclusión
La frase «conforme al corazón de Yahvé» significa «ser elegido por Dios». Pero además tiene que ver con una cierta moral muy específica de David. Puede ser que él se haya arrepentido, que tuvo una relación muy cercana con Dios. Sin embargo, lo diferente a Saúl que resalta el autor de 1-2 Samuel, es que David respeta las reglas de la guerra jerem, la guerra indicada por Dios. Esto es que Dios quiso de un rey y David lo cumplió. Pero esto no es todo, en el siguiente artículo explicaré algo poco conocido que tiene que ver con ser «conforme al corazón de Yahvé».
[1] McCarter, P. K. (1980). I Samuel. AB. Garden City, N.Y, EE.UU.: Doubleday.
[2] Johnson, B. (2012). The Heart of Yhwh’s Chosen One in 1 Samuel. Journal of Biblical Literature, 131 (3), 455-466.
[3] Von Rad, G. (1951). Der heilige Krieg im alten Israel. Zwingli-Verlag, Zürich.
[4] Trebolle Barrera, J. (1994). Violencia y guerra en el Antiguo Testamento. Espacio, Tiempo y Forma, Serie II, Historia Antigua, vol. 7, págs. 383-399.
Muy interesante.