Jesús y las mujeres, según el evangelio de Lucas

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El evangelio según Lucas da un fuerte énfasis a las mujeres. No es que le presenta a Jesús o a Dios con características femeninas, sino que lo hace de una manera que no resaltará automáticamente.

En una búsqueda de la palabra mujer/es en Lucas, aparece un listado de 40 veces que aparece esta palabra en el evangelio (versión LBLA; en RV60 aparece 42 veces). Comparando con los otros evangelios podemos ver que Lucas es el libro en el cual más veces se menciona esta palabra en todo el Nuevo Testamento. Marcos en comparación menciona la palabra mujer/es solamente unas 15 veces, Juan unas 24 veces (poco más que la mitad de Lucas) y Mateo que más se acerca a Lucas: 32 veces.

Otra palabra indicativa es viuda/s. Lucas es nuevamente el ganador de las veces que se refiere a viudas. Mientras que todos los demás evangelios juntos (Mateo, Marcos y Juan) no llegan ni a la mitad, Lucas se refiere 12 veces a viudas.

Lo más interesante de Lucas es que para muchos de los relatos que el narra, tiene un relato masculino seguido por uno femenino, o al revés. Estos paralelos han sido vistos por Henry Cadbury; Robert Morgehaler; Helmut Flender; como también por Robert Tannehill. A continuación describiré estos paralelos encontrados en Lucas. Las partes marcadas en negrita marcan los paralelos o repeticiones en los dos pasajes.

1. En Lucas 4:25-27 se encuentra un ejemplo muy claro: Las viudas y los leprosos. Jesús trata de explicar que los profetas anteriores a él tampoco eran amados en sus propios países, y dice:

muchas viudas había en Israel en los días de Elías… y sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta, en la tierra de Sidón.

Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio.

Lucas 4:25-27

2. Cuando Jesús hace referencia a la señal de Jonás propone dos ejemplos mejores que los que encuentra entre su pueblo: el primer es de una mujer y el otro de unos hombres:

La Reina del Sur se levantará en el juicio con los de esta generación y los condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón; y mirad, algo más grande que Salomón está aquí. 

Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron con la predicación de Jonás; y mirad, algo más grande que Jonás está aquí.

Lc. 11:31-32

3. El paralelo de las parábolas del grano de mostaza y de la levadura (Lc. 13:18-21) demuestra una ejemplo de la vida cotidiana, primero de un hombre sembrador, y luego de una mujer preparando la comida.

Entonces decía [Jesús]: ¿A qué es semejante el reino de Dios y con qué lo compararé? Se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su huerto. Creció hasta convertirse en un árbol, y las aves anidaron en sus ramas. Volvió a decir: —¿Con qué voy a comparar el reino de Dios? Es como la levadura que una mujer tomó y mezcló con una gran cantidad de harina, hasta que fermentó toda la masa.

Lc. 13:18-21

4. Otro paralelo se encuentra en las similitudes del Reino de Dios con la oveja perdida y la moneda perdida (Lc. 15:4-9). La oveja se le pierde a un hombre y la moneda a una mujer. Las acciones realizadas son las mismas por ambas personas:

¿Qué hombre de vosotros, si tiene cien ovejas y una de ellas se pierde, no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la que está perdida hasta que la hallaAl encontrarla, la pone sobre sus hombros, gozoso;  y cuando llega a su casa, reúne a los amigos y a los vecinos, diciéndoles: “Alegraos conmigo, porque he hallado mi oveja que se había perdido.”

¿O qué mujer, si tiene diez monedas de plata y pierde una moneda, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado hasta hallarla? 9 Cuando la encuentra, reúne a las amigas y vecinas, diciendo: “Alegraos conmigo porque he hallado la moneda que había perdido.”

Lucas 15:4-9

5. En el anuncio del nacimiento de Juan el Bautista (Lc. 1:5-25), encontramos a Zacarías, el hombre de la casa, como el personaje central del relato. Mientras tanto, Elisabet, su mujer, queda al margen. Pero en contraste en la siguiente historia, el anuncio del nacimiento de Jesús (Lc. 1:26-56), María, la mujer, es el personaje principal del relato y José, su esposo queda al margen. El evangelio de Mateo se centra más en los sueños de José, y no tanto de María. Esto muestra lo que Lucas trata de enfatizar.

6. Cuando Jesús es presentado en el templo vienen dos personas devotas, una es Simeón un hombre justo, que de anciano puede ver la esperanza del pueblo de Dios, y la otra es Ana, la profetiza, que no salía del templo, aunque era viuda y anciana (84 años). El paralelo de masculino-femenino que corre a través de todo el evangelio de Lucas es bastante exhaustivo.

7. Lucas cuenta 2 resurrecciones que realiza Jesús: La resurrección que suele ser la más conocida es la de Lázaro, pero el único Lázaro en Lucas es el pobre señor de una parábola que finalmente acaba descansando en el regazo de Abraham. Sólo Juan relata la resurrección de Lázaro.

Estas dos narraciones de resurrecciones muestran el carácter de Jesús y de Dios de forma muy clara. En la primera historia una viuda que ni el nombre se informa, es tratada de la mismísima forma en que Jesús trato al Jefe de la Sinagoga, informando su rango y nombre específico: Jairo. Jesús no vino para un grupo de personas, sino para todos los que necesitan un salvador, y deciden seguirle al Señor Jesucristo.

No soy yo, el que hace el énfasis, es la palabra de Dios misma que enfatiza este paralelo. He listado 7 paralelos, pero existen más. Esto es lo importante que se debe reconocer. No defiendo ni el feminismo ni el machismo. No se trata de -ismos, se trata justamente de un nuevo pueblo, que viene de diferentes grupos sociales, de diferentes etnias, y de diferentes trasfondos históricos (pueblo sufrido o pueblo conquistador): Jesús ha llegado para los que deciden seguirle.

De que hombres y mujeres deben decidirse a seguirle a Cristo, Lucas lo clarifica en la historia de Marta y María (Lc. 10:38-42). Cabe destacar que este relato solo lo menciona Lucas. Las dos mujeres aparecen en los otros evangelios, pero el contraste entre las dos, obtenemos del evangelio de Lucas. Jesús afirma que María «ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada» (v. 42), y aunque la sociedad haya esperado de ella que ayudase con la comida, Jesús la defiende y la elogia. Para Lucas, los que siguen a Jesús tienen que tener la primera prioridad como la tenía María, quien «sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.» (v. 39)

Finalmente para darle un toque final, Lucas presenta las mujeres recibiendo el mensaje del ángel que Jesús había resucitado (Lc. 24:1-12). Aunque esto es parte de los 4 evangelios, el detalle que le agrega Lucas da para pensar:

Entonces ellas se acordaron de sus palabras,  y regresando del sepulcro, anunciaron todas estas cosas a los once y a todos los demás. Eran María Magdalena y Juana y María, la madre de Jacobo; también las demás mujeres con ellas referían estas cosas a los apóstoles.

Y a ellos estas palabras les parecieron como disparates, y no las creyeron.

Lc. 24:8-11

Concluyendo, se puede decir que en comparación con la sociedad romana, griega y judía, como también en comparación con los otros 3 evangelios, Lucas hace un énfasis especial en las mujeres. Ellas participan como receptoras de las buenas nuevas de Jesús, en las bendiciones que él ha impartido, y también deben decir seguirle a Jesús y que las decisiones de una viuda sin nombre significa lo mismo para Dios que la decisión de un respetado Jairo, jefe de sinagoga.


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