Ya desde los inicios de los seguidores de Jesús como el Cristo, el Mesías de Dios de Israel, hubo diferentes «evangelios». El apóstol Pablo escribe por ejemplo a los corintios que podrían venir personas que «predicen a otro Jesús» y un «evangelio distinto» (2 Cor 11:4). Esta advertencia la sacó de su experiencia con los gálatas, donde Pablo se sorprende que «tan pronto hayáis abandonado… la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente» (Gal 1:6).
Pablo explica que el evangelio, las buenas nuevas de Dios en lo que Jesucristo vino a proclamar, en realidad solo hay uno. Pero hubieron personas que anunciaban un evangelio contrario a lo que Pablo y los apóstoles de Cristo predicaban y pervertían el evangelio de Cristo (Gal 1:7-8). Al menos 3 veces Pablo habla de «mi evangelio» (Rom 2:16; 16:25; 2 Tim 2:8) y 3 veces de «nuestro evangelio» (2 Cor 4:3; 1 Tes 1:5; 2 Tes 2:14). Debemos recordar que los cuatro evangelios en la Biblia cristiana fueron escritos después de las cartas de Pablo, al menos recién apox. unos 30 años después de la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret.
Desde los inicios del movimiento que había iniciado Jesús con sus seguidores, la noticia que era llamada «evangelio» fue compartida. Las variadas predicaciones en las diferentes comunidades esparcidas por el viejo mundo, dieron lugar a diversas tradiciones sobre el Cristo y sus doce. De estas diferentes tradiciones surgieron diversos escritos de los cuales tenemos acceso a algunos, mientras que de otros solo sabemos de su existencia o incluso ni eso. Desde los siglos I al II sabemos de unos cuantos evangelios más que los cuatro que están en la Biblia.
Los diferentes evangelios
Como el apóstol Pablo ya indicaba en Gal 1:6 y 2 Cor 11:4, existían diferentes evangelios entre los siglos I y II. Más tarde varios evangelios se llegaron escribir. El evangelio según Lucas inicia diciendo: «Muchos han emprendido la tarea de escribir la historia de los hechos que Dios ha llevado a cabo entre nosotros» (Luc 1:1 DHH). ¿Cuáles pues eran estos muchos evangelios? Por un lado se pueden reelaborar de los misioneros contrarios a Pablo lo que podrían haber sido algunos de estos evangelios escritos. Pero por el otro lado también los padres apostólicos mencionan unos cuántos evangelios, y también se han encontrado escritos identificados con estos. Algunos de estos son los siguientes:
Algunos evangelios diferentes:
Evangelio | Referido por | Composición (aprox.) | Contenido | Encontrado |
Evangelio de Tomás | Hipólito de Roma (170-235 d.C.) | siglo II | 114 dichos de Jesús (Q?) | 1945 |
Evangelio de Judas | Ireneo (180 d.C.) | 180 d.C. | Palabras secretas de Jesús a Judas | 1978 |
Evangelio de Pedro | Serapión de Antioquía (entre 190-211 d.C.) | 150 d.C. | Narrativa anti-judía sobre Jesús | 1886 |
Fragmentos de papiro no identificados o evangelios desconocidos | 200-350 d.C. | Fragmentos sobre eventos y dichos desconocidos de Jesús | ||
El evangelio secreto de Marcos | Clemente de Alejandría (150-215 d.C.) | 150 d.C. ?? | Versión mística del evangelio de Marcos | 1958 (sospecha de falsificación moderna) |
Diálogos con el Jesús resucitado | 100-200 d.C. | Diálogos con María, Santiago, Pedro, etc. | 1896-1945 |
Algunos evangelios cristianos-judíos
Además de estos evangelios también existieron evangelios con un tinte fuerte de los cristianos judíos:
Evangelio | Referido por | Composición (aprox.) | Contenido | Encontrado |
Evangelio de los hebreos | Clemente de Alejandría (150-215 d.C.) | 100-120 d.C. | Jesús hablando de bautismo y resurrección | No se ha encontrado |
Evangelio de los ebionitas | Epifanio de Salamina (310-403 d.C.) | 100-120 d.C. | Narrativa de Jesús creado por un archángel. | No se ha encontrado |
Evangelio de los nazareos | Jerónimo de Estridón (393 d.C.) | 100-120 d.C. | Dichos de Jesús, su bautismo y el templo | No se ha encontrado |
Algunos evangelios de nacimiento e infancia
Evangelio | Referido por | Composición (aprox.) | Contenido | Encontrado |
Protoevangelio de Santiago | Clemente de Alejandría (150-215 d.C.) | 150-200 d.C. | La pureza y vida de María y la infancia de Jesús | 1552 (publicado en latín) |
Evangelio de infancia según Tomás | Ireneo (180 d.C.) | 150-200 d.C. | Jesús obrando milagros en su infancia | Siglo XIII |
Todos estos evangelios tienen su historia bastante desconocida. Pero por lo general se debe aceptar que lo más probable, según Pablo y Lucas, es que circulaban ya diferentes evangelios de forma oral, en bocetos o en completas narrativas. La vasta evidencia de tantos evangelios ya en el siglo II, intensifica esta probabilidad no-comprobable.
¿Por qué estos cuatro evangelios?
Entre todos estos evangelios que circulaban entre los diferentes seguidores de Cristo, siempre hubo un chequeo de los apóstoles para que se predique y se mantenga los escritos siguiendo lo que habían visto y escuchado de Jesús. Más tarde siguieron los discípulos de los apóstoles manteniendo la historia correcta.
Sin embargo la pregunta es bien compleja. Podría tener varias respuestas y no tenemos todos los datos históricos para determinar al 100% una única respuesta correcta. La cuestión ha sido interpretada desde los inicios del II siglo d.C. Ya Ireneo (ca. 140-202) tuvo que explicar a sus contrarios apoyando un único evangelio, que los cuatro son importantes y autoritario para la iglesia de Jesús (más aquí sobre su argumento). El argumento en contra de Ireneo ha sido simple, ¿por qué no se pusieron de acuerdo los cuatro evangelistas y redactaron un solo evangelio?
Por lo tanto el debate llegó a tener dos frentes, uno interno y el otro externo. Es decir, para adentro, porqué hay diferencias entre los cuatro evangelios de la Biblia, mientras que hacia afuera la cuestión era por qué sólo estos cuatro evangelios y no los tantos que existían.
El problema interno
Ireneo, quien inició con el argumento que los cuatro evangelios eran como los cuatro puntos cardinales o los cuatro seres adorando a Cristo en el trono, protegía el evangelio recibido por los apóstoles de sus contrarios. Él escribe en su libro Contra los Herejes:
Tan grande es la firmeza de los Evangelios sobre estos puntos, que los mismos herejes dan testimonio de ella; pues cada uno de ellos, al salirse (de la Iglesia) trata de usarlos para confirmar por ellos su doctrina. Los ebionitas usan sólo el Evangelio de Mateo, … Marción recorta el Evangelio de Lucas; … Quienes separan a Jesús del Cristo, … prefieren el Evangelio de Marcos… Los valentinianos usan por todos lados el Evangelio de Juan… Así pues, ya que los mismos enemigos usan de estos Evangelios, rinden testimonio en nuestro favor, de que nuestros argumentos son sólidos y verdaderos. Los Evangelios no pueden ser ni menos ni más de cuatro…
Esto llevó la complejidad de la pregunta hacia adentro siguiendo preguntando ¿Por qué, entonces, no son iguales los cuatro evangelios? En especial por los primeros tres evangelios (Mateo, Marcos y Lucas), el problema se ha determinado el problema sinóptico, ya que tienen una óptica sinónima. Los argumentos en defensa de la necesidad de los cuatro evangelios han sido numerosos, como el ejemplo de Ireneo. Pero cabe mencionar dos puntos fundamentales a la problemática: 1) si es que los cuatro evangelistas se conocían, no pudieron o no quisieron llegar a un acuerdo; 2) si no se conocían, ¿por qué entonces son tan similares? Estas preguntas se analizarán en un siguiente artículo.
El problema externo
En contraste con la pregunta de las diferencias entre los cuatro evangelios de la Biblia, el frente externo tenía que ver con la diferencia de los cuatro con los demás evangelios. La preguntarse central para este problema parece ser: ¿Qué unidad presentaban los cuatro en contraste con los demás evangelios? O ¿cuál es la medida por la cuál se debían medir los evangelios?
Aquí es donde entró la pregunta del legado de los apóstoles de Jesús. Contrariamente como lo muestra por ejemplo la novela ficticia Código Da Vinci (2003), no era un simple escoger de lo que pertenecía a la doctrina que más convenía en tiempos de Constantino (325 d.C.). Ya los primeros discípulos de los discípulos de Jesús enseñaban narrativas apostólicas que debían de seguir los discípulos de estos (ej. Papias 130 d.C., Policarpo, 155 d.C., Ireneo 180 d.C., etc.). Son justamente por estos de quienes sabemos todavía que existían otros evangelios que ya tenían su propia designación. Los mismos que distinguían a narrativas contrarias a las que ellos habían recibido.
Conclusión
La pregunta inicial ha sido ¿Por qué tenemos cuatro evangelios en la Biblia? En resumen se puede responder a esta pregunta de la siguiente manera: En primer lugar habían varios evangelios que se dispersaron rápidamente (ver lista arriba). La fascinación, curiosidad y la imaginación llevaron a otro nivel la producción de narrativas de lo que Dios había hecho en Cristo Jesús, que llegaron a llamarse «evangelios». Por otro lado, algunos minimalistas desecharon todos menos uno solo (ej. Marción). Al explotar las opciones interpretativas que ofrecía el evangelio escogido, estos minimalistas llegaban a narrativas muy desconectadas con el Dios del Antiguo Testamento, quien era el que actuaba en el Cristo.
En cuanto a esto, los padres de las iglesias más cercanas a los discípulos de los apóstoles resistieron la posibilidad de elegir uno solo a costo de otros muy cercanos. Además, también decidieron dar cierto juicio hacia otras narrativas o evangelios, que se desviaban de lo que ellos habían escuchado de los más alegados a los apóstoles de Jesús de Nazaret. Por lo tanto, la gran mayoría de las iglesias se quedaron con cuatro evangelios.
Bibliografía:
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Lohse, Eduard. Introducción al Nuevo Testamento. Translated by Constantino Ruiz-Garrido. Madrid, España: Ediciones Cristiandad, 1975.
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Wikenhauser, Alfred, and Josef Schmid. Introducción al Nuevo Testamento: edición totalmente renovada. 3rd ed. Barcelona, España: Herder, 1978.