El banquete celestial, bestias y Gog-Magog

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En un artículo anterior se ha descrito , en contra de los Tulipanes, que en el cielo sí habrá vino, cerveza y milanesa. El profeta Isaías fue una de las fuentes para explicar lo que se comerá en el cielo. Y a esta se dirigirá este artículo. Pero la detallará para realmente saber qué clase de milanesa se espera, si ser´a de carne, cerdo, quizá de pollo o berenjena.

En medio de la así llamada «pequeña apocalipsis» de Isaías, capítulos 24-27, se encuentra un pasaje en el capítulo 25 que explica qué se comerá en el esperado banquete celestial que festejará Dios con sus fieles:


Y el SEÑOR de los ejércitos preparará en este monte para todos los pueblos un banquete de manjares suculentos,
un banquete de vino añejo, pedazos escogidos con tuétano,
vino añejo refinado.
Y destruirá en este monte la cobertura que cubre todos los pueblos,
el velo que está extendido sobre todas las naciones.
El tragará* la muerte para siempre;
el SEÑOR Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros,
y quitará el oprobio de su pueblo de sobre toda la tierra,
porque el SEÑOR ha hablado.

Isaías 25:6-8
* según la nota al pie de la LBLA


A continuación se explicará en breve la idea del banquete, para luego ir por la pregunta del menú a servirse en tal fiesta.

El banquete de Jesús

Es justamente a este banquete celestial al que se refiere Jesús. En primer lugar cuando habla del reino de Dios como una boda en varias parábolas (ej. Mat 22:1-14; 25:1-13; Luc 14:15-24) y en segundo lugar menciona que comerá la santa cena nuevamente con sus discípulos (Mat 26:29; Luc 22:18). Jesús está hablando de lo mismo que Isaías ya había hablado. Pero ese momento llegaría con su llegada, pero la segunda.

Sobre la santa cena Jesús dice simbólicamente lo siguiente: «El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final» (Jn 6:54). Mientras que aquí los fieles de Dios comen lo que Dios les da, que en realidad, no son manjares ni banquetes, sino una obediencia y un abuso de parte de la injusticia reinante. Esto les toca a los seguidores del Jesús crucificado. Pero aunque el mundo dicta otra carne y bebida para consumir, Jesús explica que al final se dará una revuelta en estos sentidos, que será el banquete celestial que saciará de verdad.

En la santa cena se come el cuerpo de una deidad sacrificada. Jesús es el Hijo de Dios que nosotros debemos comer por el momento. Pero se cambiarán los roles entre las deidas, meintras que a los pobres mortales nos toque simplemente elegir sabiamente qué comer ahora y después.

La última cena, por Leonardo Da Vinci, en 1495 aprox.

Apocalipsis y las bestias

Es en Apocalipsis donde se conectan dos elementos claros con el tiempo escatológico para entender mejor este banquete. En Apocalipsis 11-13 se habla del enemigo general Satanás y también de unas dos bestias. Las dos bestias son descritas como sigue. La primera: «vi que subía del mar una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas» (Apo 13:1); y la segunda: «vi otra bestia que subía de la tierra; tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero y hablaba como un dragón» (Apo 13:11).

Estas dos bestias son sacadas del libro de Job capítulos 40-41, pero de la traducción griega. La Apocalipsis que fue escrita en griego lo más probable ha utilizado estas descripciones. La Biblia Jünemann traduce los versículos centrales de la LXX griega así:


10 [Dios le dice a Job:] mira ahora las fieras junto a ti: hierba al igual que bueyes, comen. 11 Mira ahora: la fuerza de él en el lomo; y su poder en el ombligo del vientre; 12 ha alzado su cola como ciprés, y sus músculos entretejidos están, 13 sus costados, costados broncíneos y su espalda, hierro fundido. 14 Este es el comienzo de la criatura del Señor, hecho para ser acariciado por sus ángeles. 15 Y, llegando a monte escarpado, hizo alegría a los cuadrúpedos en el tártaro...
20 ¿Y llevarás al dragón en anzuelo, y pondrás morral en torno de su nariz? 21 ¿Si atarás aro en sus narices, y con armella agujerearás su labio? 22 ¿Y te hablará al ruego, a súplica blandamente? 23 ¿Pactará pacto contigo?

Job 40:10-15, 20-23 LXX (Jünemann)


Se puede notar los sobrenatural de estas fieras: 1) están hechos para ser acariciado por ángeles, 2) da alegría en el tártaro; 3) se puede pactar un pacto con ellas. La cuestión del tártaro es un elemento fundamental que explica la relación con la Apocalipsis incluso mejor. En 2 Pedro 2:4 se unen estas ideas, de entes sobrenaturales contra Dios reservados para el tiempo final. Es justo para estos prisioneros de Dios que la bestia traía alegría.

Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al abismo [tártaro], metiéndolos en tenebrosas cavernas y reservándolos para el juicio.

2 Pedro 2:4 (NVI)

Behemot, Leviatán y el dragón, de la Biblia Ambriosana, 1235-1245, en Ulm, Alemania.

¿Quiénes son estas dos bestias?

Estas dos bestias son llamadas en la Biblia hebrea Leviatán y Behemot (Job 40:15; 41:1). Esto es decir que estas son las bestias escatológicas a las que refiere Juan. Estos son bestias que no son animales normales. En Salmo Estos son figuras del caos. Así también lo encontramos en Isaías 27 sobre el Leviatán:


Aquel día el SEÑOR castigará
con su espada feroz, grande y poderosa,
a Leviatán, serpiente huidiza,
a Leviatán, serpiente tortuosa,
y matará al dragón que vive en el mar.

Isaías 27:1


Pero como hemos visto que Job 40:14 LXX los conecta con el inicio de la creación, entendemos que estos monstruos marinos que se crearon en el quinto día (Gén 1:21). La otra bestia, Behemot, también es llamada Rahab (Job 26:12; Isa 51:9). La literatura judía en tiempos de la Apocalipsis detalla más explícitamente la cuestión del final de estas bestias:


…tras cumplirse lo que debe suceder en esas etapas, comenzará a manifestarse el mesías. 4 Behemot se manifestará desde su lugar y Leviatán ascenderá desde el mar: los dos grandes cetáceos que creé el quinto día de la creación y que reservé para ese tiempo. Entonces servirán de alimento para todos los que queden 8 En aquel tiempo ocurrirá que descenderá de nuevo desde el cielo el tesoro del maná y comerán de él durante esos años, pues ellos son los que llegaron al final de los tiempos.
30 »Tras esto sucederá que se cumplirá el tiempo de la llegada del mesías, que volverá gloriosamente. Entonces, todos los que durmieron con la esperanza resucitarán.

2 Baruc 29:3-4,8; 30:1


Banquete Celestial del Fractio Panis (repartir del pan), en la capilla griega en la Catacumba de Priscilla, situada en la Via Salaria Nova en Roma, del siglo III aprox.

El menú del banquete

Cuando regrese el mesías, así dice la apocalipsis judía de Baruc, se manifestarán las dos bestias Leviatán y Behemot. Aunque esto NO es parte de la Biblia, la Apocalipsis de Juan junta los mismos eventos. Incluso, como hemos visto en un artículo anterior, el maná también es mencionado en la Apocalipsis en relación con la llegada del Mesías (Apo 2:17).

Las milanesas en el cielo, atájese, serán lo más probable hechas de carne de Leviatán y de Behemot. ¿Qué? Pues parece que se cumple una profecía de Jeremías aquí: «Por tanto, todos los que te devoran serán devorados, y todos tus adversarios, todos ellos, irán al cautiverio; todos los que te saquean serán saqueados, y a todos los que te despojan los daré al despojo» (Jer 30:16). Si ahora a los fieles a Cristo les toque comer su carne, se cambiará el devorado. Jesús dio su vida por nosotros, para que tengamos vida eterna con su carne, y cuando él vuelva, podamos juntos celebrar su victoria final sobre estas figuras del caos.

Crucifixión de Cristo y san Jorge asesino del dragón, fresco en la iglesia gótica temprana en Ankershagen, Alemania, en 1266. Foto de Jörg Blobelt.

¿Quién es Gog de Magog?

En Ezequiel 38-39 se describe una profecía en contra de Gog de Magog. Lo más probable es que Gog y su ejército es parte de este menú del final del tiempo. En Ezequiel 38:4 la profecía ya suena algo raro: «Te haré dar vuelta, pondré garfios en tus quijadas y te sacaré» (Eze 38:4). Esto parece más una pesca que una profecía. Lo cazado parece un animal acuático: se da vuelta, se lo caza con garfios por sus quijadas y se lo saca del agua. Gog es una figura que se une a lo hablado anteriormente, es decir a la figura del caos: Leviatán y también será consumido finalmente:

Te daré por comida a toda clase de ave de rapiña y a las bestias del campo…17 En cuanto a ti, hijo de hombre, así dice el Señor Dios: «Di a toda clase de ave y a toda bestia del campo: “Congregaos y venid, juntaos de todas partes al sacrificio que voy a preparar para vosotros, un gran sacrificio sobre los montes de Israel, y comeréis carne y beberéis sangre18 Comeréis carne de poderosos y beberéis sangre de los príncipes de la tierra, como si fueran carneros, corderos, machos cabríos y toros, engordados todos en Basán19 Comeréis grosura hasta que os hartéis, y beberéis sangre hasta que os embriaguéis, del sacrificio que he preparado para vosotros. 20 Os hartaréis a mi mesa de caballos y jinetes, de poderosos y de todos los hombres de guerra” —declara el Señor Dios.

Ezequiel 39:4, 17-20


Conclusión

¿Qué significa esto? ¿Qué nos dice todo esta rareza que no parece poder encontrar ni un rincón en nuestro entendimiento? Quizá el siguiente refrán nos ayude a entender lo que todo esto nos dice: «Dime lo que comes y te diré quien eres«. La revancha y venganza es del SEÑOR que hará trizas a sus enemigos quienes se levanten contra Él. Esto no es porque sea agresivo, sino porque es un Dios justo y como el Altísimo se lo merece. Si ahora comemos la carne entregada de Cristo y su sangre derramada, estaremos en el más allá en una situación inversa, donde los devoradores actuales, que ya han recibido su parte serán devorados.

Lo más probable es que el banquete celestial tenga como menú a los tuétanos y manjares de Leviatán y Behemot. Quizá unas riquísimas costillas o un lomito espléndido. Ya que también será acompañado con el maná, pan del cielo, seguramente se podrán preparar unas ricas hamburguesas, de las que los hambrientos por causa de Jesús sueñan.


También vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y se les concedió autoridad para juzgar. Y vi las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y de la palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la bestia

Apocalipsis 20:4


Bibliografía

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