Biblia y Tereré: Donde la Palabra de Dios y la cultura se encuentran

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He explicado un poco como el por qué de BibliayTereré en la descripción de este blog en el menú SOBRE EL BLOG. En este artículo quisiera expandir un poco sobre el nombre y la temática de los hermosos desafíos dialogados en este blog.

Culturas y Palabra de Dios han existido por miles de años. También fueron estudiados e investigados en muy diferentes maneras. Así lo vivimos desde Latinoamérica también. Tenemos un libro que lo llamamos la Sagrada Escritura, porque tiene algo diferente a todas las demás escrituras. En Biblia y Tereré, la Biblia presenta la Palabra de Dios y el Tereré como un elemento cultural, en este caso del Paraguay. Estos dos conceptos, de reglas pocas veces escritas, presentan dos realidades en diálogo: ¿Cómo se encuentran la Palabra de Dios y la cultura?

Un grupo de personas compartiendo el tereré.

Trataré 3 conceptos sobre cómo la Palabra de Dios llega a una ronda de Tereré:

  1. La Palabra de Dios la escribieron personas que tuvieron un idioma y estuvieron en su propia cultura.
  2. Nosotros, los lectores de la Biblia, tenemos nuestra propia cultura que es muy diferente a la de los autores bíblicos.
  3. El Tereré puede ser (positivamente) un ícono hermenéutico (recordatorio de interpretación bíblica).

¿Cómo influye la cultura en los escritores de la Biblia?

Cuando reconocemos que la Biblia no bajó del cielo en español a Casiodoro Reina en 1569, nos hace pensar en qué idioma se reveló Dios a los escritores de la Biblia (más aquí). Los escritos de la Biblia contienen historias de más de 1.000 años de separación. Contiene al menos 3 idiomas (hebreo, arameo y griego), y muchas palabras prestadas de otros idiomas como el ugarítico, acadio y egipcio. Era un mundo muy diferente en conceptos de política, economía y sus conceptos sobre un ser espiritual mayor, es decir Dios.

Lo interesante es que cada cultura tiene sus códigos de comunicación. Por ejemplo, los norteamericanos y europeos utilizan mayoritariamente el email, mientras que en América Latina es mucho más frecuente el Facebook o Whatsapp. Si comparamos las culturas encontramos culturas que escriben y otras que no, que transmiten todo oralmente. ¿Qué significa esto al leer la Biblia? Significa que debemos descifrar la cultura de la Biblia, para entender su mensaje.

Por ejemplo: que Raquel le debía dar de tomar agua a los camellos del siervo de Abraham (Gen 24:10-26), no es necesariamente un ejemplo de un Dios machismo, sino un ejemplo de Dios que habla a gente dentro de esta cultura. Lo mismo vemos cuando Jesús habla a la mujer sirofenicia comparándola a un perro que no come en la mesa de los hijos (Mar 7:27). Por lo tanto no debemos imponer nuestra cultura por sobre cualquier texto de la Biblia. Sería como si derramaríamos el Tereré sobre la Palabra de Dios para que esta sólo tenga el sabor del Tereré.


Existe un enorme contexto socio-cultural que se debe tener en cuenta al acercarse a la Biblia, que no fue escrita en primer lugar ni para europeos, ni para latinoamericanos.


Dos señores paraguayos compartiendo el tereré con muchas hierbas.

¿Cómo influye nuestra cultura al leer la Biblia?

La otra cara de la moneda es que nuestra cultura también tiene su propia lógica ayudándonos de hacer sentido de la realidad que vivimos. Las culturas contienen las base de la convivencia en una comunidad: explicaciones de la actual situación, escala de valores, control de comportamiento, códigos de comunicación y mucho más. Mientras que a los paraguayos les incomodan los besos entre hombre que se dan los argentinos en las mejillas, los rusos no tienen problema en dar besos en la boca, sin pensar en el género opuesto, y muchos de las culturas nativas no piensan en besos al ponerse románticos.

Al leer la Biblia podemos fácilmente imponer nuestra lógica a un texto bíblico. Claro queda que la Palabra de Dios quiere hablarnos en nuestra propia cultura. Sin embargo, imponer la propia lógica puede cambiar totalmente el sentido del mensaje de Dios para la humanidad que tanto amó. Esto sucede a menudo cuando se analizan los milagros desde una explicación de la realidad híper-científica.

Algunos ejemplos son:

  1. Los libros del Éxodo o 1-2 Reyes son «históricos», pero no en el sentido actual: un estudio que no puede exagerar ni agregarle ningún acento subrayando un mensaje. Fácilmente olvidamos de que hace unos 3.000 años «historia» se escribía muy diferentemente.
  2. La lectura de Génesis como un libro de ciencias naturales. La ciencia como la conocemos hoy en día no existía antes de la edad media, y la mayoría de las personas se las imponen a estos textos.
  3. Cuando estemos en poder (económico o social) leemos la Biblia para mantener el estatus-quo para que no se alteren los roles. Pero cuando no tenemos poder, leemos la Biblia para tratar de quebrar el estado actual.

Estos y muchos más ejemplos de imponer la propia cultura, son como si estuviéramos derramando el Tereré sobre la Palabra de Dios. Es más un choque que un encuentro.


El Papa Francisco tomando tereré.

Tereré, un ícono hermenéutico

La palabra ícono se refiere al ícono que tenemos en las computadoras o en los celulares, que nos ayuda a recordar dónde hacer el clic para que se la aplicación deseada, y no como una imagen a ser adorada. Lo que sigue será una pequeña analogía del Tereré sobre cómo se debe leer e interpretar la Biblia.

1. Compartida en diálogo

El Tereré es compartido. Una regla no escrita es que se le invita al otro el Tereré, sin que este deba pedirlo. Es la cortesía paraguaya. La Palabra de Dios debe ser leída así, es para ser compartida. Normalmente durante el compartir el Tereré, se dialoga acerca de temas de muy superficiales a muy profundos. Pero es el diálogo que es importante. Así también el diálogo es importante al interpretar la Biblia.

Como había dicho, nuestros propios enfoques culturales o sociales a veces nos pueden encerrar en una sola manera de interpretar la Biblia, y deberíamos ver como llega el mensaje a otro estrato social o a otra cultura. Diferentes opiniones existirán, y por esto el diálogo lo puede superar y el compartir se queda como el nexo que mantendrá las paces en medio de las diferencias.

2. Comunitariamente y con encuentros cercanos

El Tereré es en su esencia comunitario. Así es la Biblia, escrita por muchos autores a lo largo de diferentes épocas, leída siempre en grupos y vivida en comunidades. Ahora, compartir el Tereré significa poner la boca a la misma bombilla (tubo de sorber) que el otro. Esto suele parecer a algo muy inusual para los europeos, pero conecta automáticamente a las personas. Es abrir algo de las barreras personales al tomar el Tereré con otros.

Así también lo es la lectura comunitaria de la Biblia. Las personas se sienten a veces algo incómodas hasta que se acostumbran. A veces es más fácil si conocemos las demás personas a compartir la interpretación de la Palabra de Dios, pero también a veces cuesta porque no conocemos a los demás. Puede intimidar, porque la Palabra de Dios puede llegar a las profundidades del corazón. Es la comunidad que será cambiada y es en comunidad donde los cambios personales deben ocurrir.

3. Dejando lugar para lo sobrenatural

Muchas lecturas de la Biblia descartan automáticamente todo lo de los espíritus y entes espirituales. Aunque la mayoría deja intelectualmente en existencia los ángeles, el Espíritu Santo e incluso los milagros realizados por Jesús. El mundo y contexto de los autores de la Palabra de Dios es un mundo que hablaba mucho acerca de estos seres y los tomaba muy en serio (más aquí).

Creo que como seguidores de Jesús y creyentes en la Palabra de Dios, deberíamos cuidar en descartar cualquier ente espiritual con el animismo o con la idea de la evolución sociológica del politeísmo al monoteísmo, como lo afirmaba Auguste Comte en 1850. Este había hasta inspirado la filosofía del Brasil que tiene en su bandera el slogan «orden y progreso». El problema es que ya no se puede creer en ángeles y el Espíritu Santo queda como relegado a las proyecciones de movimientos y reacciones sociales (visión). En síntesis, quita todo los sobrenatural de la Biblia.

El Tereré ofrece un espíritu refrescante en los tiempos calurosos y pesados del Paraguay. E incluso puede ayudar a dar lugar a lo sobrenatural: curiosamente en lo general se suele decir que la primera carga de agua que se le echa a la yerba se la toma «Santo Tomás». El punto es que el agua baja sola sin que nadie la toma, ya que la yerba absorbe casi por completo el agua. Sin embargo, como ícono nos recuerda que existen cosas que son más complicadas de explicar y que en varias ocasiones los argumentos bíblicos son sobrenaturales.

El presidente actual del Paraguay, Mario Abdo Benítez, tomando tereré.

Conclusión

El encuentro entre la Biblia y el Tereré, se da cotidianamente. Teniendo la Palabra encarnada en una cultura y llegando a otras culturas, necesitamos leer e interpretarla con cuidado. El Tereré, ícono hermenéutico (recordatorio de como interpretar), nos ayuda a recordar que debemos leer la Palabra de Dios:

Cristiano Ronaldo, Homero Simpson y Charles Puyol tomando Tereré.
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