Los dones espirituales han sido objeto de controversia y polémica a lo largo de la historia de la iglesia. ¿De dónde sale la idea de dones espirituales? Podríamos decir que para la iglesia, el más influyente en esta idea ha sido el apóstol Pablo. Sin embargo, no es del todo claro si Pablo está a favor o en contra de cómo nosotros entendemos estos dones. En este artículo analizaré la actitud de Pablo hacia estos dones, como la encontramos en 1 Corintios.
¿Los corintios conocen los dones?
En 1 Cor 12:1, Pablo empieza un apartado sobre estos fenómenos observables diciendo: «En cuanto a los dones espirituales, no quiero, hermanos, que seáis ignorantes.» Creo que este versículo en realidad ha causado mucho de las diferentes interpretaciones sobre los dones espirituales. ¿Por qué? Nuestra lógica al leer este versículo suele ser que Pablo quiere que se entiendan bien estos dones espirituales y que lo que sigue es porque Pablo estimó estos dones con tanta importancia. A partir de esta presuposición se suele saltar sobre los versículos 2-3 del mismo capítulo, por que no se entienden, para saltar a la lista directa de estos dones.
La forma en como Pablo inicia este apartado «no quiero que seáis ignorantes,» era una manera muy convencional de iniciar un nuevo apartado en una carta en el mundo greco-romano del siglo I d.C. Lo encontramos en varias de sus cartas al introducir un nuevo tema. Sin embargo, lo que Pablo NO trata de decir es que el resto no es tan importante saber, ni que esto es algo completamente nuevo. A continuación unos ejemplos de las cartas de Pablo:
Rom 1:13 | no quiero que ignoréis… |
Rom 11:25 | no quiero que ignoréis… |
1 Cor 10:1 | no quiero que ignoréis… |
1 Cor 12:1 | no quiero que seáis ignorantes… |
2 Cor 1:8 | no queremos que ignoréis… |
1 Tes 2:1 | vosotros mismos sabéis… |
1 Tes 4:13 | no queremos que ignoréis… |
Lo que esto nos dice es que aquí inicia una sección que Pablo quiere recalcar en la mente de su audiencia, que son los corintios en este caso.
¿Cuál es el problema?
En primer lugar es importante para Pablo que los cristianos en Corinto entiendan que hay dos lugares en los cuales NO reina el Espíritu de Dios. Estos encontramos justo después de la introducción en 1 Cor 12:1:
2 Sabéis que cuando erais paganos, de una manera u otra erais arrastrados hacia los ídolos mudos. 3 Por tanto, os hago saber que nadie hablando por el Espíritu de Dios, dice: Jesús es anatema; y nadie puede decir: Jesús es el Señor, excepto por el Espíritu Santo.
1 Corintios 12:2-3
Aquí encontramos el mensaje central de Pablo, y el resto (los diferentes dones) es realmente un ejemplo de esto. Por un lado están los que eran paganos y por el otro lado los que maldecían a Jesús. Los cristianos en Corinto vienen de estos trasfondos: el gentil o pagano (siguiendo a ídolos) y el judío anti-Jesús (maldiciendo a Jesús). Si esto era su pasado, ¿cuál es la nueva realidad? Su nueva realidad es que ahora tienen el Espíritu Santo, por que su nuevo Señor es Jesús.
¿Qué tiene que ver esto con los dones?
Todo. Esto es el punto del cual Pablo quiere hablar. Los dones espirituales son algo que no se debe tomar a la ligera, y es exactamente por esto que no deben llegar a ser una competencia de quién tiene el don más importante. El marcador del Espíritu Santo en el creyente será su confesión con la boca y su vida de que «Jesús es el Señor» (1 Cor 12:3). Para Pablo, los dones de lengua y profecía NO son la evidencia del Espíritu Santo, sino la confesión de vida acerca del Señoría de Jesús.
Los siguientes versículos evidencia el punto:
4 Ahora bien, hay diversidad de dones,
pero el Espíritu es el mismo.
5 Y hay diversidad de ministerios,
pero el Señor es el mismo.
6 Y hay diversidad de operaciones,
pero es el mismo Dios el que hace todas las cosas en todos.
7 Pero a cada uno se le da la manifestación del Espíritu para el bien común.
8 Pues a uno le es dada palabra de sabiduría
por el Espíritu;
a otro, palabra de conocimiento
según el mismo Espíritu;
9 a otro, fe
por el mismo Espíritu;
a otro, dones de sanidad
por el único Espíritu;
10 a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversas clases de lenguas, y a otro, interpretación de lenguas.
11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, distribuyendo individualmente a cada uno según la voluntad de Él.
1 Corintios 12:4-11
Lo que Pablo repite una y otra vez es que todo lo que hacemos en la iglesia y sea de alguna índole espiritual, viene del mismo Espíritu de Dios. Pareciera que para los corintios los dones podían venir de Espíritus diferentes, o del Espíritu de Dios o del Espíritu de Jesús o del Espíritu Santo. Pablo tiene que aclarar que no existen estos grupos espirituales en la Iglesia de Dios, sólo existe el Espíritu de Dios, quien es el Espíritu Santo, y quien da el poder de aceptar el Señorío de Jesús en la vida del creyente.
¿Cuál es el don espiritual más importante?
Esta pregunta le interesa a los corintios, que al parecer tenían una competencia entre cual don o cual ministerio era el más espiritual, o cuál venía de un espíritu mayor. Es cierto que Pablo dice que el primer ministerio es de los apóstoles que es seguido por una lista de unos cuántos ministerios y dones (1 Cor 12:28). Sin embargo, aunque a los corintios les gustaba competir por estos dones que parecen prometer autoridad y poder, Pablo los quiere llevar al siguiente nivel de dones cuando dice:
Mas desead ardientemente los mejores dones. Y aun yo os muestro un camino más excelente.
1 Corintios 12:31
Todos estos dones y ministerios que Pablo cita son una buena cosa, ayudan a la iglesia y vienen del mismo Espíritu de Dios. Sin embargo, ninguno de estos dones o ministerios llega al don más importante para Pablo: El amor al prójimo en la iglesia:
1 Si yo hablara lenguas humanas y angélicas,
pero no tengo amor,
he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe.
2 Y si tuviera el don de profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para trasladar montañas,
pero no tengo amor,
nada soy.
1 Corintios 13:1-2
A esto agrega que el amor no termina, mientras que los demás dones espirituales sí terminarán (1 Cor 13:8). Pablo explica que la competencia por los dones debe ser por lo no perecedero. Esto es lo que Jesús trató de decir cuando enseñó que:
19 No os acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban; 20 sino acumulaos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban.
Mateo 6:19-20
La competencia por ministerios y dones en la iglesia llega a ser para Pablo un acumular tesoros que serán destruidos o robados. Dejarán de ser. Mientras que los tesoros en el cielo para Pablo son los siguientes:
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres;
pero el mayor de ellos es el amor.
1 Corintios 13:13
Conclusión
Los corintios competían por tener el don espiritual más importante. Pablo aclara que la única competencia permitida en la iglesia es la por amor. El don espiritual más importante es el amor al prójimo, primero en la iglesia y luego en todo el mundo. Que el Espíritu de Dios nos llene de fe, esperanza y amor por los hermanos y las hermanas en la iglesia. Para Pablo como para Jesús era claro que ésta sería la máxima expresión del Espíritu Santo en medio del pueblo de Dios.
Bibliografía consultada:
Garland, David E. 1 Corinthians. BECNT. Grand Rapids, MI, EE.UU.: Baker, 2003.
Porter, Stanley E., and Andrew W. Pitts. “Τοῦτο Πρῶτον Γινώσκοντες Ὅτι in 2 Peter 1:20 and Hellenistic Epistolary Convention.” Journal of Biblical Literature 127.1 (2008): 165–71.
Porter, Stanley E. The Apostle Paul: His Life, Thought, and Letters. Grand Rapids, MI, EE.UU.: Eerdmans, 2016.
Harvey, John D. Interpreting the Pauline Letters: An Exegetical Handbook. Grand Rapids, MI, EE.UU.: Kregel Academic, 2012.