Ángeles y demonios

10 min.

en el evangelio de Lucas.

Lucas es el evangelio que más menciona la palabra ángel/es (26 veces, contado del griego), y el segundo libro en todo el Nuevo Testamento en este ranking angelológico. Es únicamente superado por el libro de Apocalipsis, donde el ángel le lleva a Juan mostrándole las diferentes visiones; utilizando la palabra ángel/es unas 67 veces. En el NT, después de Apocalipsis y Lucas viene Hechos con 21 veces. Ya que normalmente se entiende que Lucas escribió el evangelio de Lucas y el libro de los Hechos de los Apóstoles, creo que es pertinente notar este énfasis de este autor en tratar de relatar historias de ángeles.

A la vez, Lucas es el evangelio que más veces menciona también a algún demonio o los demonios. Mateo los menciona unas 11 veces, Marcos 13 veces, pero Lucas hace referencia a estos personajes unas 23 veces. 10 veces más que el segundo. Parece ser otro énfasis de Lucas. Además de que la tradición cristiana tilda a Lucas como el compañero de viaje de Pablo y normalmente el mismo Lucas que mencionado en Col. 4:14 donde Pablo le escribe a la iglesia “Lucas, el médico amado, os envía saludos.”

¡Qué diferente a nuestro concepto de «médico» es Lucas! Aunque parezca estar más cerca de la ciencia como médico, es él quien en su investigación exhaustiva ha mencionado más veces a los ángeles y a los demonios. No es nada contra la ciencia, sólo es notable que nuestro concepto y él de aquel tiempo difieren bastante.

Se debe tener algo de cuidado con lo que se lee y se enseña sobre los ángeles y los demonios. Fácilmente uno se puede equivocarse o malinterpretar, por los diferentes conceptos de hoy en día y los de aquel entonces. Un punto importante es: aunque la Biblia mencione estos personajes celestiales, o espirituales, no presenta un apartado o un pasaje que diga: «Querido Cristiano aquí está todo lo que necesitas saber sobre los ángeles y los demonios.» Son pedacitos de información los que informan y se debe cuidar su relación.

Ángeles:

Las primeras nueve veces que aparece la palabra ángel en Lucas es en los anuncios de los nacimientos de Juan el bautista y Jesús. Primero se le aparece un ángel a Zacarías:


Y se le apareció un ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso.

Lucas 1:11


Es importante mencionar que no es EL ángel del Señor. La LBLA traduce de buena manera que es UN ángel del Señor, con un artículo indefinido. El ángel con artículo definido, el ángel del Señor, aparece varias veces en el AT. Michael Heiser, en su libro Angels (pág. 58-59), muestra como se identifica a el ángel del Señor con atribuciones directas de Dios, al describir el pasaje en Ex. 23:20-23:


«He aquí, yo enviaré un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te traiga al lugar que yo he preparado. Sé prudente delante de él y obedece su voz; no seas rebelde contra él, pues no perdonará vuestra rebelión, porque en él está mi nombre. Pero si en verdad obedeces su voz y haces todo lo que yo digo, entonces seré enemigo de tus enemigos y adversario de tus adversarios. Pues mi ángel irá delante de ti y te llevará a la tierra del amorreo, del hitita, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo; y los destruiré por completo.»

Éxodo 23:20-23


Es notable que este ángel tiene la potestad de retener el perdón del pecado, cuando esto era un atributo sólo de Dios, de perdonar o no perdonar. Es por esto que el ángel del Señor es diferente a un ángel del Señor en Lucas. En Apocalipsis, Juan se quiere postrar delante de un ángel, y este le dice dos veces:


No hagas eso; yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos … adora a Dios.”

Apocalipsis 19:10; 22:9


Como Lucas utiliza 9 veces la palabra ángel en los anuncios de nacimientos a Zacarías y a María, él enfatiza que es algo ¡totalmente sobrenatural! Esto viene de Dios, no de humanos. Lucas inclusive proporciona el nombre de este ángel: es Gabriel. Gabriel y Miguel son los únicos ángeles que conocemos por nombres en la Biblia (protestante). El ángel Gabriel dice de sí mismo:


Yo soy Gabriel, que estoy en la presencia de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte estas buenas nuevas.

Lucas 1:19


La aparición de ángeles

La aparición de ángeles o personajes divinos, normalmente era asustador. Varias iglesias, hoy en día, cantan que quieren ver a Dios, su gloria, sus ángeles, pero esta gente lo temía: Zacarías (Lc. 1:12), María (1:29), y los pastores (2:9); él único que no les temía es Jesús mismo (22:43). Esto indica una presencia más intimidante que los ángeles de Rafael en la Madonna Sixtina:

Los ángeles de la Sixtina –Raffael, 1512/13

Cada vez que aparecen los ángeles en Lucas, es para traer buenas noticias, fortalecer o ayudar en la justicia de Dios.

A Zacarías el ángel dice:


he sido enviado para hablarte y anunciarte estas buenas nuevas.

Lucas 1:19


A María le dice:


No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. Y he aquí, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Éste será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.”

Lucas 1:30-33


A los pastores le dice:


No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.

Lucas 2:10-11


 

Funciones de los ángeles:

  1. Algunos están en la presencia de Dios. (ej. Gabriel, Lc. 1:19)
  2. Algunos son solamente mensajeros.
  3. Algunos cuidan al Hijo del Hombre, a Jesús: (esto lo cita el diablo del AT, y Jesús parece estar bien con esto, aunque no quiere probar a Dios) “A sus ángeles te encomendará para que te guarden” (Lc. 4:10)
  4. Acompañarán a Jesús cuando viene la segunda vez (Lc. 9:26) y esto implica juicio para los que están en contra de Jesús.
  5. Los ángeles serán parte del juicio (Lc. 12:8-9)
  6. a todo el que me confiese delante de los hombres, el Hijo del Hombre le confesará también ante los ángeles de Dios; pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.
  7. Festejan el arrepentimiento de los pecadores. (Lc. 15:10)
  8. Aparecen en la parábola del pobre Lázaro, donde los ángeles lo llevaron al seno de Abraham, mientras que el hombre rico fue SEPULTADO. Esto podría ser un entendimiento cultural, o una creencia de Jesús mismo. Pero es difícil afirmar uno o lo otro, porque sigue siendo una historia que probablemente es inventada.

Demonios:

Boca del Infierno, cerrada por un arcángel, del salterio Winchester, 1150

Los demonios en Lucas saben quien es Jesús. Y Jesús los reprende (4:41). Un hombre poseído se encuentra en la sinagoga, y dice poseído por el espíritu de un demonio inmundo (4:33-35). Aunque sea una construcción algo rara, se puede identificar que Lucas quiere realzar la palabra demonio (δαιμονίου), ya que Marcos tiene el mismo relato pero diciendo simplemente un hombre que tenía un espíritu (πνεῦμα) inmundo (Mr. 1:23). Pareciera ser que Lucas intenta clarificar que había gente endemoniada en las sinagogas judías. Esto no es decir que los judíos son unos endemoniados, ¡lejos de esto! Pero sí que el «campamento» y el pueblo de Dios había sido infectado por estos poderes, que pasan por lugares áridos (Lc. 11:24). Esto explica, según Lucas, una de las partes del ministerio de Jesús.

Algunos lo habían tildado a Juan el bautista de tener un demonio, por su comportamiento ascético (7:33). No sorprende, pues que también lo decían de Jesús, quién liberara a las personas por medio del príncipe de los demonios, Beelzebul (11:15). Pero Jesús explica en forma simbólica que él es el hombre más fuerte que ha venido a arrebatar a un hombre fuerte, bien armado en su palacio, su botín (Lc. 11:21-22). Con esto Jesús se refirió a lo perdido, la gente, el pueblo de Dios, que ha venido a rescatar (Lc. 1:79; 4:18-19).

Lucas relata la historia del endemoniado que no se ponía la ropa y que no lo podían atajar con cadenas. La fuerza demoníaca lo solía llevar al desierto (8:29). Aquí aparece el único “nombre”, si es que se puede decir que es un nombre de un demonio. Dice que se llama Legión. Ahora, la legión era un grupo de soldados romanos muy grande. Quizá la idea de Legión simplemente se refiere a la “fuerza” del espíritu: dice así el texto en Lucas 8:30Jesús le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y él dijo: Legión; porque muchos demonios habían entrado en él.” Al final cuando este grupo de demonios entró en una manada de cerdos que cayeron por el abismo al lago y se ahogaron.

A los doce discípulos les dio autoridad y poder sobre todos los demonios! (9:1) esto no quiere decir que ahora les servían a ellos, sino que ellos podían expulsar a los demonios de otras personas. Más tarde los 70 se asombraron de su misión y contaron que “hasta los demonios se nos sujetan en TU NOMBRE”. (10:17) Es importante notar que Josefo, el historiador menciona que los judíos solían exorcizar en el nombre de Salomón (Antiquities 8:47, o en griego). Pero interesantemente Jesús les dice: “no se alegren de que puedan someter a los espíritus, sino alégrense de que sus nombres están escritos en el cielo.” (Lc. 10:20) Jesús mismo le orienta a los más importante, que es estar del lado de Dios y poder esperar la salvación en el día del Señor.

Jesús le responde a las acusaciones que él expulsaba demonios por el poder de Beelzebú, y dice lo siguiente: “si yo por el dedo de Dios echo fuera los demonios, entonces el reino de Dios ha llegado a vosotros.” (Lc. 11:20)

Cosas interesantes de los demonios:

  1. Esperaban su juicio final (Lc. 8:31), pidiendo a Jesús que por favor no los envíe al abismo.
  2. Conocían a Jesús y sabían que era el Cristo, el Mesías, el ungido de Dios. (Lc. 8:28)
  3. Jesús ha impartido la autoridad y el poder a sus discípulos sobre los demonios. Esto no es por su santidad, sino el poder de Jesús. (Lc. 9:1; 10:17-19)
  4. Parece haber sido la creencia que Beelzebú era el príncipe de los demonios. Jesús lo identifica como Satanás. (Lc. 11:18)
  5. Finalmente una pequeño pero importante detalle: Lucas nunca habla de que los demonios entraron por los pecados o por los pactos satánicos a las personas. Puede ser que ocurra, pero Jesús nunca le condenó a una persona por estar endemoniada. Era más bien como por fin hay un salvador en contra de esta plaga. (Miquel Péricas, pág. 89)

¡Este es el Jesús que vino a liberarnos!

¡Esta es la buena noticia, el evangelio!


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