En el Evangelio según Lucas se puede notar un fuerte énfasis en lo económico de la vida y la separación de dos grupos sociales denominados muchas veces: «pobres» y «ricos». El énfasis se puede notar a través de todo el evangelio. Los detalles dejan entrever la agenda teológica que Lucas tenía al juntar selectivamente los relatos sobre Jesús y las enseñanzas de Jesús. Tener una agenda teológica no es nada annormal ni nada negativo. Todos los historiadores, sean romanos, judíos, etc., tenían agendas teológicas, políticas y personales. Mayormente debían engrandecer las personas y los dioses indicados. De la misma manera lo hace Lucas. Pero el estilo de Lucas es presentar a Jesús, siendo el Mesías de Dios, amando a los pobres en especial.
¿Cómo podemos saber esto? Robert Tannehill nos ayuda a encontrar esta respuesta, en su libro The Narrative Unity of Luke-Acts: The Gospel According to Luke, págs. 101-131:
1. En primer lugar, Lucas tiene el relato de los pastores que reciben el anuncio de los ángeles del nacimiento del Cristo (Luc 2:8-20). No son los magos del oriente que pueden hacer viajes largos y traer oro, como lo relata Mateo (Mat 2:1, 11). Los pastores son un grupo de personas que todos saben que no tienen mucho.
2. Además, sólo Lucas nos da la información de que María y José presentan 2 tórtolas en el momento de presentar a Jesús en el Templo, como sacrificio de agradecimiento a Dios (Luc 2:22-24). Esto era una ley que se encuentra en Lev. 12:7-8:
Entonces él los ofrecerá delante del Señor y hará expiación por ella, y quedará limpia del flujo de su sangre. Esta es la ley para la que da a luz, sea hijo o hija.“Pero si no le alcanzan los recursos para ofrecer un cordero, entonces tomará dos tórtolas o dos pichones, uno para el holocausto y el otro para la ofrenda por el pecado; y el sacerdote hará expiación por ella, y quedará limpia.”
3. La misión de Jesús, él la predica en la sinagoga, citando a Isaías, en Luc. 4:18-19
El Espiritu del Señor esta sobre mi,
porque me ha ungido para anunciar el evangelio a los pobres.
Me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos,
y la recuperacion de la vista a los ciegos;
para poner en libertad a los oprimidos;
Aquí vemos un claro detalle que los denominados «pobres» aquí son primeramente provolegiados. Esto no quiere decir que Jesús no ha venido para salvar a los que son «ricos». Las cuatro palabras finales de cada línea (las subrayadas) son utilizados en forma de englobar a una clase de personas específicas: los que necesitan ayuda y salvación.
4. Lucas metió selectivamente (porque no puso todo lo que haya pasado, tuvo que elegir qué poner y qué no) las enseñanzas de Jesús. Dos de estas que están juntas son el ejemplo del rico necio y la enseñanza de la confianza en Dios (Luc. 12:13-21, 22-34). La primera enseñanza, del rico necio, comienza con una advertencia (Luc. 12:15):
Estad atentos y guardaos de toda forma de avaricia; porque aun cuando alguien tenga abundancia, su vida no consiste en sus bienes.
Luego Jesús relata el ejemplo del hombre rico que quiso guardar más bienes para sí, y así estar seguro de poder disfrutar de la vida por muchos años. Esto para Jesús (y para Dios en la historia) es: NECIO (v. 20)! La confianza en una buena vida no debe depender de los bienes económicos, sino del sustento de Dios. Y esto es la segunda enseñanza que Jesús da seguidamente al ejemplo anterior. Luc. 12:27 resume la enseñanza:
Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan ni hilan; pero os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de éstos.
Jesús contrasta una persona que confía en los bienes materiales, con lo más vulnerable en el campo que son las florcitas del campo, pero que tienen que confiar en Dios.
5. Además de este contraste, Lucas es nuevamente un evangelista solitario con el relato de la parábola de Jesús conocida como el hombre rico y el pobre Lázaro (Luc. 16:19-31). El problema del hombre rico no es su riqueza, sino su falta absoluta de importarse de su vecino Lázaro. Porque éste «ansiaba saciarse de las migajas« (v. 21) del hombre rico que «daba espléndidos banquetes todos los días» (v. 19). La muerte dio vuelta al mundo de los dos personaje, y ahora el hombre rico ansiaba que Lázaro «moje la punta de su dedo en agua y refresque su lengua», ya que Lázaro estaba en el seno de Abraham. Pero ésta vez, la petición le fue rechazada al insensible por su hermano.
6. Dos otros episodios, que también son recordado únicamente por Lucas, son dos historias que se podrían llamar la conversion de un «pobre» y la conversión de un «rico». La primera es el relato de Jesús sanando a los 10 leprosos (Luc. 17:11-19), y la segunda es el relato de Zaqueo (Luc. 19:1-10). En la historia de los pobres leprosos, Jesús sana a 10, pero sólo uno regresó a darle las gracias a Dios y a Jesús. En el relato, este es el «pobre» que para Lucas es un ejemplo para los demás.
En el relato de Zaqueo, que era «jefe de los recaudadores de impuestos y era rico» (v. 2), Jesús llega a su casa para comer con él. El mismo Jesús que se juntó con los pobres leprosos, se junta a aquí con un así llamado «hombre pecador» (v. 7). Es difícil explicar lo que le haya pasado a Zaqueo en el v. 8:
Y Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes daré a los pobres, y si en algo he defraudado a alguno, se lo restituiré cuadruplicado.
Para Lucas, Zaqueo es el ejemplo para los «ricos». Dos conversiones y ambas necesitan poner la confianza en el dador de todo lo bueno que es Dios, y no en la ganancia personal, solamente para un disfrute mayor de la vida.
Conclusión: Este vistazo panorámico del Evangelio de Lucas, puede brindar alguna información de la importancia que Lucas da a la realidad socio-económica y como la Palabra de Dios puede hablar hasta hoy en día, para levantar a su pueblo a vivir siguiendo al Maestro Jesús, quien rompía barreras sociales, «porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido» (Luc. 19:10).